2001-09-16
En mi corta vida he sido quien analiza todo desde un punto de vista propio, he sentido muchos cambios de estado existencial, gracias a ello he aprendido muchas cosas, que la mayoría no entiende y con esto espero compartirlas:
·
La felicidad.
¿Qué es este estado de conciencia placentera y como
se obtiene? La felicidad viene de tu propia satisfacción no se encuentra afuera
en este mundo como la mayoría cree, no está en tener un buen empleo, una
hermosa familia o un estatus social envidiable cualquier cosa material solo es
eso material que viene de la basura, e irá a dar a la basura todo esto opaca lo
que en realidad es el verdadero sentido de la felicidad, la verdad es que se
encuentra adentro de uno mismo, uno mismo es dueño de su vida y lo que acontece
en ella no tiene por que alterar la existencia de felicidad en ella, ya basta
de pedir felicidad a quienes no quieren darla, es suficiente de buscarla con
quienes no son felices, ni consigo mismos, lo material no es la felicidad eso
está claro pero no para la mayoría que viven inmersos en un mundo banal y
material que ni siquiera nos pertenece, no somos pertenecientes ni a nosotros
mismos, si tan solo pudiéramos despojarnos de todo lo que nos ata a esta vida
incluyendo nuestros cuerpo nos quedaríamos con lo único que nos pertenece:
“Nuestros espíritus”
·
Vanidad.
Sé que todos somos seres vanidosos y he llegado a
entender que eso está bien, siempre y cuando no perjudique a terceros, ello
está bien pero no me refiero con ser vanidoso al hecho de buscar la belleza
externa si no más bien a la búsqueda constante de perfección del alma esa es la
verdadera belleza radicada en lo más importante que es que nosotros nos
sintamos bien con nosotros mismos, al demonio los demás, si somos ángeles no
debemos negarnos a nuestro proceder divino.
·
Perfeccionismo
Ahora sé que debemos proponernos una solemne promesa
de aspiración a la perfección, tener deseos de superación para encontrar el
propósito de nuestra existencia en el mundo, no para trascender entre los
hombres si no para trascender en nosotros mismos, de nuevo repito: al demonio
con los demás, pero busquemos la perfección donde no la hay, la perfección del
espirito nosotros la forjamos como una espada con la cual podemos protegernos.
Creo firmemente que de lograrlo nuestras almas descansarían en paz y felicidad
infinita, y entonces tendríamos la sabiduría suficiente para responder a las
preguntas que a diario nos hacemos, esas preguntas que en verdad importan, no
porquería que a menudo nos sale por la boca esas no son palabras.
He abierto la ventana de la vida ante mis ojos y he
visto tanta belleza en el mundo que no puedo soportarlo, tanto que quisiera
reclamar cada virtud de este mundo para hacerla mi felicidad, pues mi corazón
es un imán de pensamientos profundos y bellos minados de oscuridad a punto de
estallar. Pero lo medito y me odio después por mis desplantes de egoísmo, pues
sin embargo nada es perfecto y el perfeccionista sabe que su peor defecto
radica en ello, ser perfeccionista.
En resumen de mi existencia, busquemos lo mejor de la vida no cediendo
ante las adversidades, las cosas malas llegan cuando nosotros las recibimos con
un abrazo, por el contrario cosas buenas llegarán si a cambio ponemos nuestra
fe y devoción en Dios, podemos crear nuestra propia visión de belleza.
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